Aquí se relata la secuencia de unos hechos que ocurrieron a principios del siglo XX en el pequeño pueblo suizo de Ropraz.
La hija del juez de paz muere a causa de una meningitis con tan solo veinte años y es enterrada en el pequeño cementerio de la localidad. A la mañana siguiente aparece su tumba abierta y el cuerpo de la joven profanado y con algunos miembros devorados.
Pero lo peor aún está por llegar.
Poco tardan los vecinos en pedir un culpable y empiezan a desconfiar los unos de los otros.
Y acabarán acusando a Favez, un pobre mozo de labranza que es sorprendido violando animales.
Una historia terrible, pero real, que se lee muy bien porque es muy cortita, no llega a las cien páginas.