Es ésta la historia de una saga familiar de mujeres desgraciadas.
La primera, Clara Laguna, es una hermosa adolescente que se enamora de un hacendado andaluz, a finales del siglo XIX, que al final la abandona embarazada de su hija, Manuela Laguna, pero antes le regala una casona a las afueras del pueblo, que Clara convierte en burdel.
Después de varias generaciones de mujeres que sufren mal de amores, hagan lo que hagan, por fin nace un barón en casa de las Laguna y así parece que se va a poner fin a la maldición.
Un libro lleno de magia, amores prohibidos, pasiones desatadas, sufrimiento asegurado y una naturaleza exhuberante que tiene un protagonismo desatado. A ratos me recuerda algunos de los libros de Isabel Allende.
Disfruté leyéndola, aunque unos personajes me gustaron más que otros y, al final, se me hizo un poco larga.