La historia comienza cuando la protagonista, Claudia, sale de prisión después de cumplir una condena de veinte años por un asesinato que no cometió.
Sólo su abogado la visitaba con cierta frecuencia y ahora ella quiere averiguar qué pasó en realidad e intentar localizar a sus dos hijos, un chico y una chica que por aquel entonces eran demasiado pequeños para saber qué estaba pasando y que no saben que su madre continúa viva.
En su búsqueda le van apareciendo algunas ayudas, pero también se va dando cuenta, poco a poco, de que se está enfrentando a una poderosa organización criminal.
Es un libro bastante plano, escrito por alguien poco bragado en el arte de escribir. Entretenido, se lee bien, pero no aporta nada nuevo.
Todo muy previsible.