Aunque la Segunda Guerra Mundial está llegando a su fin, los nazis mantienen el dominio de media Europa y en una estación de trenes de un pequeño pueblo checoslovaco encontramos a sus empleados, especialmente al joven Milos Hrma, que empieza a trabajar como aprendiz en la estación, por la que pasan los trenes militares alemanes que van al frente cargados de provisiones y municiones para los soldados alemanes.
Todos los empleados intentan desempeñar su trabajo, pero también se resisten a dejar pasar pasivamente a los invasores.
Una comedia extraña, con tintes kafkianos. No es el tipo de lectura que recomendaría, pero, al ser pequeño, se lee bastante bien.