Historia ambientada en Vigo, donde el inspector Mateo y su equipo reciben una llamada alertando sobre la vecina de un inmueble. Al llegar al piso encuentran una pareja de ancianos muertos en la bañera con claras señales de ensañamiento.
Poco después van apareciendo los cuerpos mutilados de más ancianos, crímenes que aparentemente no tienen relación entre sí. Pero el exhaustivo trabajo de la Brigada Criminal empieza a dar sus frutos y tendrán que investigar en el pasado de las víctimas para descubrir que ninguna de ellas estaba libre de culpa, sino todo lo contrario.
Aunque la he encontrado sangrienta de más, es una novela que engancha, de lectura muy ágil, que mantiene el suspense hasta el final.
Final un tanto sorprendente.