Millie, la protagonista, vieja conocida de "La asistenta", está sin trabajo y es contratada como asistenta a tiempo parcial en el ático de lujo de los Garrick.
El matrimonio es bastante peculiar ya que Millie solo trata con Douglas, pues su esposa Wendy siempre está en la habitación de invitados y su marido insiste en que no se la moleste.
Millie está segura de que la escucha llorar, pero sus sospechas se disparan cuando encuentra en la colada unas manchas de sangre en la ropa de Wendy.
El matrimonio guarda secretos y Millie está dispuesta a llegar hasta el final para descubrirlos.
Este libro, como el anterior, está lleno de giros insospechados que te van sorprendiendo cada vez más. Pero lo leí con una traducción horrible. Tanto, que estuve a punto de dejar de leerlo.