Aitor Orizaola, de baja en la Ertzaintza mientras se recupera de las graves heridas que sufrió tras resolver su último caso, recibe la noticia de que su sobrino está acusado de haber matado a un hombre.
A pesar de estar de baja y valiéndose de los múltiples trucos que ha aprendido a lo largo de su carrera, decide investigar por su cuenta para demostrar la inocencia de su sobrino, porque tiene claro que le han tendido una trampa.
Para conseguirlo llega a poner en peligro su carrera y también su vida.
Una novela muy amena. Con mucho ritmo, acción, humor y un protagonista muy humano con el que empaticé desde el primer momento.
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